Harry Selfridge, un visionario de principios del siglo XX para quien el cliente siempre tenía la razón, logró alcanzar un nivel de servicio incomparable. Hoy en día, sus grandes almacenes londinenses continúan aplicando su lema. Selfridges vende firmas de moda para hombre y mujer (como, por ejemplo, Fred Perry y Marc Jacobs), además de artículos para el hogar, juguetes, tecnología y productos de belleza y alimentación. En 2010, la tienda en Oxford Street batió a las Galeries Lafayette de París abriendo el departamento de calzado más grande del mundo, con una superficie de 3250 m². ¡Todo un paraíso para los adictos a los zapatos! Renombrados por su innovación arquitectónica, los establecimientos Selfridges se han convertido en atracciones turísticas por sí mismos.