Indonesia es como un caleidoscopio cuyas múltiples esquirlas se esparcen por los temperamentales océanos Índico y Pacífico. Playas de arena blanca y exuberante vegetación; cabezas inclinadas en dirección a la Meca y devotos arrodillados en un templo hindú; grupos de turistas y motos, y tranquilos desiertos: el país ofrece mil caras y miles de sensaciones diferentes.
Cuenta con una gran riqueza natural, con montañas volcánicas, densas selvas que albergan todo tipo de reptiles, mariposas multicolores y monos, así como una costa plagada de arrecifes de coral. Los monzones colocan una alfombra de exuberante vegetación en las laderas de las plantaciones de café y en los arrozales, parte vital de la fabulosa gastronomía del país. De nasi goreng para desayunar a ketupat cocinado en hojas entrelazadas, el arroz siempre tiene un papel protagonista y cobra vida combinado con sabores y especias. Es todo lo que se necesita para unir a los muchos grupos étnicos que hablan más de 700 idiomas y dialectos diferentes y que han creado una cultura increíblemente compleja a lo largo de los siglos. De todas las joyas de este archipiélago, Bali, la isla de los dioses, gana el voto popular. Pero Yakarta, Java y Lombok atraen cada vez a más visitantes, y lugares más remotos, como las islas Gili, son populares entre surferos, buceadores y viajeros que quieren alejarse del camino más trillado. El mayor archipiélago del mundo, con unas 17 508 islas, ofrece un gran potencial para infinitos descubrimientos.
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