Un país de tamaño de bolsillo con 26 cantones (o pequeños territorios) y una extensión de tan solo 41 000 km², Suiza es un destino rico y diverso con mucho que ofrecer. En pleno corazón de Europa, se nutre de países colindantes como Francia, Italia y Alemania, cuyas influencias empapan la gastronomía y la cultura del país. Hogar de numerosos artistas durante varios siglos, como Paul Klee, Vladimir Nabokov, Charlie Chaplin y Georges Simenon, Suiza sigue alimentando este patrimonio en sus impresionantes museos y eventos imperdibles como Art Basel.
Suiza nunca ha dejado atrás su reputación como un refugio íntimo y chic para la gente guapa. En invierno, acuden en tropel a los lujosos centros de esquí en los Alpes. Las pistas de St. Moritz, Gstaad y Zermatt están plagadas de chalets de madera, tiendas de lujo y restaurantes gourmet. Las grandes ciudades de Suiza, como Lausana, Ginebra, Zúrich y Basilea, cultivan su elegancia relajada. Incluso en estos núcleos urbanos, la naturaleza reina en cada rincón. El lago de Ginebra o el Rin en Basilea crean un entorno único para los suizos, que se empapan de sus beneficios, desde los spas hasta las muchas actividades al aire libre disponibles. Y cuando decimos muchas, queremos decir muchas. Escalada, patinaje sobre hielo, trineo, senderismo, ciclismo o canoas: elija su favorita entre la lista de actividades que le harán disfrutar de las preciosas vistas panorámicas que ofrece el país, tanto en verano como en invierno. Encantadores bosques de castaños en Malcantone, los impresionantes desfiladeros de Trient, los campos llenos de flores y los lagos de Grisons, los helados y las palmeras de Tesino, las cumbres cubiertas de nieve de los Alpes... Suiza es un mosaico de impresionantes paisajes, perfectos para la relajación y la contemplación. Viaje de St. Moritz a Zermatt en el Glacier Express, un tren con vagones panorámicos para disfrutar al máximo de la experiencia suiza.
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