El estilo de vida híbrido de Akbar genera una curiosa paradoja: Siempre está trabajando, y, al mismo tiempo, siempre está disfrutando. Unas vacaciones en la playa con amigos podrían ser la fuente de inspiración para una nueva campaña para un cliente. De manera similar, una reunión profesional podría ser el comienzo de una amistad profundamente personal y duradera. Pregunto si resulta agotador, la sensación de estar “activo” de alguna manera todo el tiempo. Y él me contesta que es todo lo contrario.
“Tener un propósito único en todo lo que hago facilita mucho ver qué merece mi tiempo y energía, y qué no. Saber qué me importa y qué me motivará a hacer ese esfuerzo adicional es la mejor protección contra el desgaste. El desgaste llega cuando uno trabaja en un proyecto que en realidad no está alineado con uno mismo, cuando lo hace solo por el reconocimiento o el dinero. Pero no ocurre cuando se persigue algo que se siente auténtico”.
No me sorprendió enterarme de que Akbar no establece una separación estricta entre trabajo y vida social. De hecho, conoció a uno de sus amigos más cercanos, un diseñador creativo radicado en Manhattan, en una conferencia del sector en Santa Fe, Nuevo México. “Ambos estábamos mirando la misma campaña y murmurando sobre sus, bueno… fallas”, dice entre risas. La conversación entre ellos se convirtió en un análisis ingenioso y crítico de todo lo que esta marca estaba haciendo mal. Esa noche, mientras disfrutaban de unos tragos, se dieron cuenta de que compartían una afinidad artística más profunda: les atraían los mismos conceptos, marcas, estilos y celebridades. Incluso tenían preferencia por las mismas tipografías. “Se siente tan natural, somos muy buenos amigos”, comenta Akbar. “Pero también admiro y respeto mucho su creatividad. Solo estoy esperando el proyecto adecuado para que unamos fuerzas y trabajemos juntos”.
La historia de Akbar subraya lo que he aprendido en los últimos años en mi propia profesión: El trabajo puede ser un lugar donde nos mostramos tal como somos, con todas nuestras particularidades, ya sea que implique bailar hasta el amanecer en una fiesta rave de Berlín o no. Ahora, mis amigos vienen a pedirme consejos sobre cómo llevar vidas más integradas. Me divierte ver lo rápido que han cambiado las cosas, pero también disfruto de brindar ideas y perspectivas que puedan ayudarles a transformar tanto su forma de trabajar como de descansar. Aquí hay algunas sugerencias que quiero compartir:
1. Analice de manera inversa todo aquello que sueña hacer realidad. Si mañana ganara la lotería, ¿renunciaría a su trabajo? Si el talento, el dinero y la educación no fueran un obstáculo, ¿qué haría con su vida? La esencia de esas fantasías descabelladas contiene valiosas pistas sobre las cualidades que anhela en su trabajo y en su vida. Tanto si sueña con fama y fortuna, aventuras intelectuales o las modestas recompensas de ayudar a otros, hay un hilo claro que conecta esa visión con lo que más le motiva. ¿Existen esos factores que le motivan en su trabajo actual? ¿En sus pasatiempos? Si no es así, busque maneras de incorporarlos, ya sea al realizar un proyecto paralelo sin remuneración o al dirigir su carrera hacia una dirección que realmente le apasione.
2. Encuentre amigos (y colegas) en lugares impensados. Las antiguas reglas de marcar divisiones estrictas entre amigos y colaboradores son justamente eso, antiguas. El barista que le prepara el café puede que esté empezando su carrera como cineasta y la persona a su lado en el gimnasio podría ser un posible inversor. Las relaciones más plenas a menudo escapan a las etiquetas. Si su trabajo tiene un verdadero significado para usted, inevitablemente encontrará almas afines a su alrededor.
3. Progrese a través de la acumulación de habilidades. ¿Quién dice que tiene que elegir un solo camino? La vida es demasiado fascinante para quedar limitada a una sola vía. Diseñe sitios web que reciten haikus. Escriba código que hornee pan de masa madre. Construya modelos financieros con origami. Dirija reuniones como si fueran comedia improvisada. Confíe en su intuición y atrévase a dar el paso. Algunas combinaciones serán armoniosas, otras no tanto, pero cuantas más habilidades acumule, más conexiones hará, más se sorprenderá y más entenderá a su propio potencial.