Ahora que soy consciente de este canal que conecta mi vida pasada como músico con la actual como líder empresarial, hago un esfuerzo deliberado por mantenerlo abierto. En reuniones, negociaciones y presentaciones, me recuerdo no anticiparme a lo que sigue, y permanecer en el momento, escuchando atentamente y sintonizado con todo lo que ocurre en la sala.
Para mí, es fundamental salir de mi mente y conectarme conmigo, tanto emocional como físicamente. He descubierto que las prácticas de biofeedback y de conciencia somática mejoran mi capacidad de adaptarme, escuchar y cambiar de rumbo rápidamente cuando lo necesito. Cuanto más sintonizo con las señales de mi cuerpo, más fácil me resulta mantenerme presente, concentrado y eficaz en el trabajo, escuchar la música y aportar mi propia melodía. Estas son algunas técnicas que ayudan:
1. Luchar, huir… ¿o respirar? - Al recibir información nueva e inesperada, podemos sentir un incremento repentino de energía nerviosa. Nuestra frecuencia cardíaca aumenta y muchas personas (incluso yo) sienten una presión en el pecho. Para procesar esta información, asimilarla y cambiar de rumbo, es necesario mantenernos centrados. Me aseguro de hacer respiraciones profundas y concentradas que calman mi sistema nervioso y me tranquilizan. Entonces puedo hacer las preguntas correctas y mantener la curiosidad. Con ambos pies firmemente plantados en el suelo, puedo ser optimista y proactivo ante el cambio repentino de planes.
2. Escuchar activamente para comprender, no solo para responder - La escucha activa requiere estar completamente presente, lo cual puede sentirse como un cambio sutil pero poderoso en la energía. Cuando realmente está prestando atención a lo que la otra persona dice, su mente se mantiene en calma. Puede notar un relajamiento en su postura mientras se concentra en escucharla de verdad, sin tensión en la mandíbula, el cuello ni los hombros. Esta postura no solo lo relaja, sino que también lo hace desacelerar. En el ámbito laboral, he observado que se fomenta mucha más confianza, buena voluntad y seguridad cuando escucho de manera activa. Creo que esto fortalece mi inteligencia emocional, lo que me permite responder de manera reflexiva y solidaria, y conectar a un nivel más profundo.
3. Aceptar los imprevistos - Al igual que un músico de jazz improvisa ante una nota desentonada, los líderes empresariales que aceptan los errores y “contratiempos” suelen descubrir soluciones nuevas e inesperadas. Estos momentos son oportunidades para adaptarse, aprender y explorar opciones creativas que quizá no había considerado antes. Al cambiar su perspectiva y darle la bienvenida a lo inesperado, cultiva una mentalidad que le permite mantenerse abierto, flexible e innovador, rasgos clave de los líderes exitosos. Los errores no son fracasos; son parte de la hermosa improvisación que conduce a descubrimientos inesperados.